Cuando hablamos de idiomas, solemos pensar en los más conocidos: inglés, español, chino… Pero, ¿qué pasa con esas lenguas que pocos conocen y que están al borde de la desaparición?
Aunque no lo creas, muchas lenguas en todo el mundo están en peligro de extinción. Estos idiomas, hablados por pequeñas comunidades, están perdiendo terreno ante las lenguas mayoritarias.
¿Qué significa que un idioma esté en peligro de extinción? ¿Cuáles son esas lenguas que podrían desaparecer en los próximos años?
Hoy vamos a hablar de los idiomas que están en riesgo, porque entender esto es importante para valorar la diversidad lingüística del mundo.
¿Cuáles son las lenguas que están en peligro de desaparecer?
Existen miles de lenguas en el mundo, pero muchas de ellas están en riesgo. Se estima que más del 40% de los idiomas que se hablan actualmente podrían desaparecer en este siglo.
Esto se debe, principalmente, a la globalización y a la expansión de lenguas dominantes como el inglés, el español o el chino.
Las lenguas en peligro son, en su mayoría, habladas por comunidades pequeñas que, por diversas razones, van dejando de usarlas.
Algunos ejemplos de lenguas en peligro de extinción son:
- Yuchi: Hablada por solo unas decenas de personas en Oklahoma, Estados Unidos.
- Ainu: Una lengua de Japón, con muy pocos hablantes nativos.
- Kawésqar: Hablada en el sur de Chile por unas pocas personas.
Cada vez que una lengua desaparece, se pierde una forma única de ver el mundo.
Las lenguas no son solo una herramienta de comunicación, sino también el reflejo de la cultura, la historia y las creencias de sus hablantes. Por eso, la desaparición de un idioma implica la pérdida de un valioso patrimonio cultural.
¿Cuándo se considera un idioma en peligro de extinción?
Un idioma se considera en peligro cuando la cantidad de hablantes se reduce significativamente y los niños/as dejan de aprenderlo.
Si una lengua ya no se transmite de generación en generación, está en riesgo de desaparecer. Las comunidades pueden seguir usando el idioma, pero si no hay nuevas personas hablantes, el futuro de esa lengua está comprometido.
La UNESCO ha desarrollado una escala para medir el riesgo de desaparición de un idioma.
Según esta clasificación, un idioma puede estar:
- Vulnerable: Cuando la gente más joven todavía lo habla, pero en contextos limitados.
- Definitivamente en peligro: Cuando ya no se aprende como lengua materna.
- Gravemente en peligro: Cuando solo lo hablan las personas de mayor edad y ancianas.
- Críticamente en peligro: Cuando solo lo usan algunas personas ancianas.
- Extinto: Cuando ya no hay personas hablantes vivas.
Cuanto más baja es la cantidad de personas hablantes, y cuanto menor es su uso en la vida diaria, más cerca está ese idioma de desaparecer.
Lenguas en peligro de extinción en Europa
Cuando pensamos en lenguas en peligro de extinción, solemos imaginar pequeñas comunidades en regiones remotas del mundo. Sin embargo, en Europa también hay lenguas que están en riesgo.
Por ejemplo, el sami, una lengua hablada por los pueblos indígenas del norte de Europa (Noruega, Suecia, Finlandia y Rusia), está en peligro. Aunque hay esfuerzos por revitalizarla, el número de hablantes sigue siendo muy bajo.
Otra lengua en peligro en Europa es el breton, que se habla en la región de Bretaña, en el noroeste de Francia. Durante décadas, el gobierno francés promovió el uso exclusivo del francés, lo que llevó a una disminución en el número de hablantes de breton. Hoy en día, hay menos de 200,000 personas que lo hablan, y la mayoría de ellas son mayores.
El galego-asturiano, hablado en el noroeste de España, es otro ejemplo de una lengua en peligro. Aunque no está tan cerca de la extinción como otras, su número de hablantes ha disminuido con el tiempo, y muchas personas jóvenes optan por usar el castellano en su lugar.
En la región del Cáucaso, se encuentran lenguas como el udí, que también está en peligro. Hablada por menos de 4,000 personas en Azerbaiyán y Georgia, el udí es una de las muchas lenguas de Europa que lucha por sobrevivir.
Por el contrario, tanto en Europa como en el resto del mundo, nos unen idiomas modernos que, a nivel global, permiten facilitar la comunicación entre personas de distintos lugares, con la importancia que ello implica en las propias relaciones internacionales y laborales.
Estudiar un curso de inglés en Granada te puede dar un impulso, independientemente de que sigas conservando tu idioma natal.
Lenguas muertas ejemplos
A lo largo de la historia, muchos idiomas han desaparecido por completo. Estos idiomas, que ya no tienen hablantes vivos, se conocen como lenguas muertas.
Algunas de ellas han dejado una gran huella en la historia y la cultura, mientras que otras desaparecieron sin dejar rastro.
LATÍN
Aunque hoy en día nadie lo habla como lengua materna, el latín fue el idioma principal del Imperio Romano y ha influido en muchas lenguas modernas, como el español, el italiano o el francés. Se considera una lengua muerta porque ya no tiene hablantes nativos/as, aunque sigue siendo estudiada y usada en algunos contextos académicos o religiosos.
ETRUSCO
Hablado en la antigua región de Etruria, en lo que hoy es Italia. Esta lengua desapareció con la expansión del latín y la dominación del Imperio Romano.
CÓRNICO
Hablado en Cornualles, Inglaterra, esta lengua se extinguió en el siglo XVIII, pero ha habido esfuerzos recientes por revivirla. Aunque no es exactamente una lengua muerta, porque algunas personas han aprendido a hablarla de nuevo, sigue siendo un caso de estudio sobre cómo las lenguas pueden desaparecer y, en algunos casos, renacer.
SUMERIO
Hablada por los antiguos sumerios en Mesopotamia, es otro ejemplo de una lengua muerta. Aunque ya no se habla, es una de las lenguas más antiguas de las que se tiene registro escrito, y su estudio ha permitido entender mucho sobre la historia y la cultura de esa región.